lunes, 19 de noviembre de 2007

'Nos emocionamos con las cartas de los fans y a veces influyen en nuestras letras'

Tokio Hotel está de gira en Francia. Desde la salita de un hotel esperan la llamada para hablar con los40.com. Tokio Hotel está de gira en Francia. Desde la salita de un hotel esperan la llamada para hablar con los40.com. Suenan los primeros tonos y al descolgar el auricular se oye a unos chavales despiertos (la edad media del grupo es de 18 años) que saludan y que, pese al cansancio, están contentos. A todo esto, siguen, por segunda semana consecutiva en el número uno de la lista de los 40. Se oye el hosco alemán al otro lado del teléfono pero en ellos no suena mal. Sus voces tiernas, como de niños, podrían haber conquistado a cualquiera. Seguirán cantando en inglés, no les cabe ninguna duda, pero para riqueza del grupo y de sus fans, lo alternarán con su lengua madre: el alemán. ‘Es complicado cambiar los hábitos de golpe, aún más porque nuestras palabras y nuestros pensamientos están en alemán, así que seguiremos haciendo canciones en los dos idiomas’, dice Bill Kaulitz, el alma de Tokio Hotel. Con unas pintas agresivas y haciendo un género de música que ellos mismos no se atreven a definir todavía, Tokio Hotel ha establecido sus propias reglas estéticas, o la ausencia de ellas. Todo vale si es el estilo de cada uno. ¿Alguien dijo que el pelo rollo erizo no combina bien con el estilo rapero? Menos mal que los gemelos, Bill y Tom, vestían igual hasta los 6 años… En los 60, las bandas hablaban de amor y punto. Ellos nos dicen que los tiempos están cambiando y van más allá. De nuevo es Bill, el mismo al que se le ocurrió hablar del Monsoon para llegar a un amor perdido. Ya sabíamos que no tenían influencias claras y que cada uno es de su padre y de su madre en cuanto a gustos musicales se refiere. Divertidos, en lo único en lo que parecen estar de acuerdo es en su opinión de Britney Spears, y bueno, ‘no es nuestro tipo (risas) y el estilo de música no nos llama mucho la atención’. Bill es fan de Nena, la cantante alemana a la que sigue desde que tenía 6 años. Su hermano gemelo, Tom dice que escucha hip hop alemán. Rectifica, ahora ‘sólo escucha hip-hop alemán’. Insiste: y eso es todo. Por cierto, Antony escucha Metallica y Bushido, una estrella alemana del rap. Pero en el estudio es diferente. Sus gustos nadaquever no parecen ser problema para ponerse de acuerdo cuando lo tienen que estar. Por el momento no hay visos de un álbum nuevo, mientras sigan disfrutando del éxito de Scream. Pero sí planes de seguir con la gira, cruzar el charco y decirles a los americanos un par de cosas: que las canciones de amor pueden hablar de naturaleza y meteorología y que el pelo pincho está de rabiosa actualidad. Como lo están cuando se les menciona a sus fans. Han recibido cartas kilométricas y es que ya hay quien tunea su coche a lo Tokio hotel. Cualquier día en la vida de estos chicos tiene conciertos, conciertos y conciertos, entrevistas, estrés, e irse muy tarde a la cama. Entre tanto ajetreo lamentan no tener tiempo para mimar a sus fans; para leer y contestar el aluvión de las cartas que reciben a diario. Confiesan que algunos de los escritos que les llegan les sirven de fuente de inspiración. Se sienten muy agradecidos y nos piden ‘por favor’ que demos las gracias a todos sus fans en España. Pues gracias, fans.

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